Telefónica nos inunda con publicidad en todos los sitios para hablarnos de las bondades de este número que sirve para darnos información de todo tipo.
Pero Telefónica tiene otro número de información general, 11818, que es mucho más barato que el 11888. Pero, claro, el 11818 no lo publicita.
Lo más grave es que, si quieres información, el 11888 puede no tenerla y el 11818 sí.
¿Por qué? Porque para que las empresas aparezcan en el 11888, tienen que pagar bastante más que por aparecer en el 11818.
Con lo cual, si llamas al 11888 para preguntar, por ejemplo, por un restaurante en determinada zona, te dirán alguno de los que hay. Y si llamas al 11818, te dirán más restaurantes que los que te dijeron en el 11888. Y pagando bastante menos.
Prometo que el siguiente comentario no irá relacionado con ningún tema telefónico.
miércoles, 31 de octubre de 2007
lunes, 29 de octubre de 2007
Problemas con Vodafone
Y sigo con las historias de Vodafone. Cierto día, en mi móvil dejaron de registrarse las llamadas perdidas, las realizadas y las recibidas (hasta ese momento, no había tenido ningún problema. Y no toqué nada de la configuración del móvil). Llamé al servicio de atención al cliente.
Propuesta de solución 1: resetean el servicio y ya lo debo de tener solucionado. Nada.
Vuelvo a llamar. Me atiende otra persona.
Propuesta de solución 2: el problema es mío por cambiar la configuración. Cuando me empiezo a enfadar, sospechosamente la llamada se corta.
Vuelvo a llamar. Me atiende otra persona.
Propuesta de solución 3: el problema es de configuración del teléfono. Me pide el modelo y me dice lo que tengo que hacer. Pruebo: no tengo las opciones que me dice.
Vuelvo a llamar. Me atiende otra persona.
Propuesta de solución 4: una combinación de asterisco, números y almohadillas. Tampoco funciona.
Vuelvo a llamar. Me atiende otra persona.
Propuesta de solución 5: el teléfono se ha estropeado. Y ellos no saben nada de eso. Es problema mío (menos mal que el teléfono me lo han dado ellos).
Así que hago una prueba: como un compañero de trabajo tiene el mismo móvil, intercambio las tarjetas con los móviles. Vuelvo a poner mi tarjeta en mi móvil y ‘FUNCIONA’.
¿Alguna explicación lógica?
Propuesta de solución 1: resetean el servicio y ya lo debo de tener solucionado. Nada.
Vuelvo a llamar. Me atiende otra persona.
Propuesta de solución 2: el problema es mío por cambiar la configuración. Cuando me empiezo a enfadar, sospechosamente la llamada se corta.
Vuelvo a llamar. Me atiende otra persona.
Propuesta de solución 3: el problema es de configuración del teléfono. Me pide el modelo y me dice lo que tengo que hacer. Pruebo: no tengo las opciones que me dice.
Vuelvo a llamar. Me atiende otra persona.
Propuesta de solución 4: una combinación de asterisco, números y almohadillas. Tampoco funciona.
Vuelvo a llamar. Me atiende otra persona.
Propuesta de solución 5: el teléfono se ha estropeado. Y ellos no saben nada de eso. Es problema mío (menos mal que el teléfono me lo han dado ellos).
Así que hago una prueba: como un compañero de trabajo tiene el mismo móvil, intercambio las tarjetas con los móviles. Vuelvo a poner mi tarjeta en mi móvil y ‘FUNCIONA’.
¿Alguna explicación lógica?
Cambio de hora
Bueno. Por fin me he animado a crear mi blog. Y empiezo contando mi experiencia con el cambio de hora.
El domingo por la mañana, el día posterior al cambio de hora, observé que el móvil había cambiado automáticamente de hora. Perfecto. El problema fue al levantarme el lunes. La alarma del móvil sonó a su hora. Pero la hora se había cambiado automáticamente (lo contrario al día anterior, esta vez se adelantó una hora), con lo cual, aunque la hora reflejaba las 7 de la mañana, realmente eran las 6 de la mañana. Menos mal que tenía otro reloj en la habitación (con la hora correcta) que evitó que fuera una hora antes a trabajar.
El domingo por la mañana, el día posterior al cambio de hora, observé que el móvil había cambiado automáticamente de hora. Perfecto. El problema fue al levantarme el lunes. La alarma del móvil sonó a su hora. Pero la hora se había cambiado automáticamente (lo contrario al día anterior, esta vez se adelantó una hora), con lo cual, aunque la hora reflejaba las 7 de la mañana, realmente eran las 6 de la mañana. Menos mal que tenía otro reloj en la habitación (con la hora correcta) que evitó que fuera una hora antes a trabajar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)