Ayer en San Mamés se jugó el partido de fútbol Athletic - Espanyol.
Como Caparrós, el entrenador del Athletic, no consigue que su equipo gane un partido, se le ocurrió una idea:
"Si hago el campo más pequeño, tendremos más posibilidades de ganar".
Pero esto hay que avisarlo a la federación con anterioridad.
Con lo cual, el día del partido, el entrenador del equipo visitante se dio cuenta del hecho y se lo comunicó al árbitro.
Caparrós, ¿no te habías dado cuenta que el entrenador del Espanyol y varios de sus jugadores han jugado varios años en San Mamés y se lo conocen de memoria?
Y lo peor de todo, fue ver a los operarios de turno, tapando las rayas anteriores y volviendo a pintar las rayas nuevas, instantes antes de que comenzara el partido.
¡Vergonzoso!
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