jueves, 26 de mayo de 2011

HAWAII, DÍA 7: HESPÉRIDES (II)

Desayunamos en Seaside bar & grill tortilla, salchichas, panceta, patatas fritas, tortitas y café para 2 por 22$.






















Cogimos el autobús 42 que los llevó al campo de fútbol americano, donde los miércoles, sábados y domingos hay mercadillo. Tardamos una hora desde Waikiki.



En el mercadillo hay muchas cosas a mejores precios que en las tiendas de Waikiki. Así que aprovechamos para comprar unas cuantas cosillas. También aprovechamos para tomar un agua de coco por 3,5$ que estaba muy bueno. Tras hacer las compras de rigor, volvíamos hacia el autobús. Por el camino nos ofrecieron ir en una furgoneta por 5$ (el billete de bus costaba 2,5$). Como íbamos cargados (compramos hasta una maleta porque en la que llevaba, no me cabía todo por lo que había comprado) aceptamos la oferta. Tardamos 20 minutos en volver al hotel. Dejamos las compras en el hotel y buscamos donde tomar una ligera comida (después del pedazo de desayuno...). Así que comimos en un japonés cercano al hotel 2 musubis de atún (como el sushi, pero con forma de volcán y bastante más grande), sopa de miso y un té verde que estaba bastante malo.



Luego fuimos hacia Aloha Tower y por el camino paramos a tomar un par de frapuccinos en un Starbucks. Hasta el Starbucks tenía "Happy hour" y tenía los frapuccinos a mitad de precio. Por cierto, había bastante cola, supongo que se debería a la "happy hour".

Teníamos una visita guiada en el Hespérides, la cual fue muy interesante. Tras la visita guiada había una fiesta de recepción para los investigadores que habían llegado a Honolulu, los que partían de honolulu y los militares del barco. Y yo allí me colé. La primer curiosidad fue ver cómo servían las cervezas allí:























Tras tomar la primera cerveza descubrimos que había comida, así que allá fuimos:



En una mesa, los militares habías dejado sus impolutas gorras, hasta que llegó un investigador y dejó allí su gorra:



Luego una persona que había por allí me preguntó si éramos investigadores y a ver a qué nos dedicábamos. Con mi "superinglés" expliqué un poco lo que hacían. Y comprobé que había alguno que tenía más morro que yo (ese tío estaba allí desde el principio). Tras un par de horas de charla y alguna cerveza más, tomamos el camino del hotel. Y fuimos a cenar al Jinroku Pacific un japonés cercano al hotel con muy buena pinta.



Al entrar, nos ofrecieron sentarnos en una barra que estaba rodeada por 3 planchas en cada una de las cuales estaba un cocinero: fue impresionante ver cocinar a 3 personas a 1 metro de ti.



Pedimos un plato de seafood (verdura y pescado a la plancha) y un okonomiyaki (era una gozada verle preparar okonomiyakis) y estaban buenísimos. Regados con una cerveza japonesa y agua: los 50$ mejor pagados de mi vida.





Después de esta cena, no quedaba otra que ir al hotel, empezar a preparar las maletas y dormir.

No hay comentarios: